El mucho saber
“…El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo”
(1 corintios 8:1-2).
Reflexión: ¿Cuántas veces has encontrado personas que saben mucho de la Palabra de Dios? Ahora bien, hay momentos en la vida en los que por más conocimiento bíblico que tengas sobre un tema no te garantiza que seas inmune a equivocarte. Hay quienes no son cristianos, pero sí muy inteligentes y estudiados de la vida y la ciencia, pero ni la mayor inteligencia de este mundo puede superar a la sabiduría que proviene de Dios. Y es que no se trata de saber solamente, sino de llevar a cabo lo que sabes. >Si bien es cierto que la Biblia nos revela en Salmos 119:105 lo siguiente: “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino” también es necesario interpretarla, y eso solo se consigue a través del Espíritu Santo y con amor, por esta razón cuando Pablo les decía a los de Corinto: “pero el amor edifica”, les estaba enseñando que para hacer la voluntad de Dios que está plasmada en la Biblia se necesita más que conocimiento, se necesita amor, ese amor que nos llevará a realizar la voluntad de Dios. El conocimiento solo es una parte de la vida cristiana, pero no lo es todo, el verdadero fundamento de un creyente debe ser el amor que nos impulsa a servirle con todo nuestro ser, a adorarlo sin importar las circunstancias adversas, y amar a nuestros hermanos, aunque algunos nos traicionen, ese es el verdadero amor que necesitamos. Sin embargo, Jesús ejemplifica que tener conocimiento no significa necesariamente envanecernos, ya que es posible crecer en nuestro intelecto y a la vez crecer en nuestro amor por los demás. Nunca permitas que el conocimiento te enaltezca, sino que, al contrario, permite que el amor de Dios se perfeccione en tu vida y con ello te edifique.
Paz y Gracia
