Mostrando entradas con la etiqueta ANTIGUO TESTAMENTO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ANTIGUO TESTAMENTO. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de marzo de 2010

MARÍA


María fue la hermana mayor de Moisés; fue una mujer extraordinaria.

Salvó La Vida De Moisés
Faraón había ordenado que todos los niños varones que nacieran en Israel fueran asesinados. La vida del niño Moisés fue puesta en gran peligro; por lo tanto, su madre “…tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río” (Ex 2:3).

Ese fue un momento peligroso para Moisés, pero su animada hermana mayor MARÍA, a pesar de que era una niña para ese tiempo, permanecía por los alrededores. “…para ver lo que le acontecía” (Ex 2:4).

Cuando María vio a la hija de Faraón rescatando a Moisés, se presentó inmediatamente a ella con un plan de acción. “Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño?” (Ex 2:7).

María hizo arreglos para que la mamá de Moisés le alimentara. De esa manera, la acción valiente y rápida de María, salvó a Moisés. Le debemos a María muchísimo. ¿Qué sería el mundo hoy, si no tuviéramos el ministerio de Moisés?

Líder De Adoración Y Profetisa
Después que el ejército de faraón pereció ahogado en las aguas del Mar Rojo y los israelitas estuvieron seguros en el desierto, una gran celebración de adoración tomó lugar.

“Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.

Y María les respondía: Cantad a JEHOVÁ, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y al jinete” (Ex 15:20, 21).

El ministerio de alabanza con música, es mejor si es dirigido por aquellos que tienen una unción profética sobre ellos. Esto fue una realidad en María. Ella tenía un precioso don profético y musical que la hizo una ideal líder de alabanzas a Dios y profetisa.

Así como David unos 500 años más tarde, ella cantó el canto del Espíritu. Su canto fue uno profético. Su ministerio de adoración fue el resultado de la unción profética que estaba sobre ella.

Otras mujeres del Antiguo Testamento también fueron usadas en el ministerio de música y adoración. En el tiempo del Rey David, “…Dios dio a Hemán… tres hijas. Y todos éstos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios… según la disposición del rey…” (1 Cr 25:5, 6).

David estableció un orden divino de alabanza y adoración para el pueblo de Dios que se extendió aun hasta los tiempos de la Iglesia del Nuevo Testamento (lea Hechos 15:16). Por consiguiente, sigue siendo correcto el que las mujeres participen en las alabanzas, adoración y en el ministerio de música así como María y las hijas de Hemán.

Líder Con Moisés Y Aarón
“Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María” (Mi 6:4).

María es mencionada en conjunción con Moisés y Aarón como una de la trinidad que entregó y dirigió a los israelitas fuera de la esclavitud egipcia.

Esto ilustra el papel de liderato autoritativo y de gran influencia que ella ejercía.

¿Cómo nos atrevemos a negarle a las mujeres un rol similar, con el cual, el Espíritu Santo ha ungido en nuestros días y época?

Actuaron Presuntuosamente
“Acuérdate de lo que hizo JEHOVÁ tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto” (Dt 24:9).

María, Aarón y el Rey Saúl, representan las trampas peligrosas en las cuales los líderes pueden caer. Los líderes pueden tratar de ejercer autoridad más allá de su oficio y unción. Ambos, mujeres y hombres, deben estar conscientes de que el ejercicio de la autoridad y liderato pueden conducir a la arrogancia y orgullo, que son pecados destructores.

En lo que aparenta ser un motivo de racismo, María retó erróneamente la autoridad de Moisés. “María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer Etíope que había tomado…” (Nm 12:1).

Dios llamó a María a juicio inmediatamente. “Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve…” (Nm 12:10).

“Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. Respondió JEHOVÁ a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días?… Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos” (Nm 12:13-15). Cada líder, hombre o mujer, necesita respetar los límites de su ministerio. Ellos no deben entrometerse presuntuosamente en las áreas que no tienen jurisdicción o responsabilidad. María cometió sus errores así como cualquier otro líder. Como Moisés y David, ella fue disciplinada seriamente, pero encontró perdón ante Dios y la restauración a la confraternidad entre el pueblo de Dios.

El Papel De Las Mujeres En El Antiguo Testamento


En el Israel antiguo las mujeres eran consideradas como miembros de la “familia de la fe”. Como tal, podían entrar dentro de la mayoría de las áreas de la adoración.

La Ley ordenaba a todos los hombres a presentarse o comparecer ante el Señor tres veces al año. Aparentemente las mujeres iban con ellos en algunas ocasiones (Dt 29:10, 11; Neh 8:2; Joel 2:16), pero no eran requeridas a ir. Quizás las mujeres no eran obligadas a ir debido a sus importantes deberes como esposas y madres. Por ejemplo, Ana fue a Silo con su esposo y le pidió a Dios que le diera un hijo (1 S 1:3-18). Más tarde, cuando el niño nació, le dijo a su esposo: “Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, para que lo lleve y sea presentado delante de Jehová, y se quede allá para siempre” (v 22).

Como cabeza de la familia, el esposo o padre presentaba los sacrificios y ofrendas en beneficio de toda la familia (Lv 1:2). Pero la esposa podía ser presentada también.

Las mujeres concurrían a la Fiesta de los Tabernáculos (Dt 16:14), a La Fiesta Anual del Señor Jehová (Jue 21:19-21) y al Festival de la Nueva Luna (2 R 4:23).

Un sacrificio que solamente las mujeres daban al Señor, era ofrecido después del nacimiento de un niño: “Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote” (Lv 12:6).

Varias mujeres del Antiguo Testamento fueron famosas por su fe. Incluida en esa lista de Hebreos 11 hay dos de esas mujeres: Sara y Rahab (Gn 21; Jos 2, 6:22-25).

Ana fue un ejemplo santo de una madre israelita. Ella oró a Dios; creyó que Él escuchó sus oraciones; y cumplió con su promesa a Jehová Dios. Su historia se encuentra en 1 Samuel 1.

E agora, senhora, rogo-te, não como escrevendo-te um novo mandamento, mas aquele mesmo que desde o princípio tivemos: que nos amemos uns aos outros.
E a caridade é esta: que andemos segundo os seus mandamentos. Este é o mandamento, como já desde o princípio ouvistes: que andeis nele.

2 João 1:5-6


Siempre su amor esta a tu alcanze

Siempre su amor esta a tu alcanze