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jueves, 3 de julio de 2025

🕊️ TESTIGOS EN LLAMAS: Darlo Todo por Jesús en una Generación Cansada de Casi Todo

 Vivimos en una época marcada por la inmediatez, la comodidad y el espectáculo. La gente quiere resultados sin procesos, amor sin compromiso y espiritualidad sin renuncia. Muchos quieren a Jesús como Salvador, pero pocos están dispuestos a seguirle como Señor. En este escenario, se vuelve más urgente que nunca ser verdaderos testigos, no solo con palabras, sino con vidas encendidas por el fuego del Espíritu.

El llamado sigue siendo el mismo que en Hechos 1:8:

“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…”

Y aquí está el punto clave: ser testigo no es una opción para el cristiano… ¡es una consecuencia inevitable de haber conocido a Cristo!


📖 ¿Qué significa “testigo” en la Biblia?

La palabra original en griego es “μάρτυς” (mártys), que no solo significa “el que da testimonio”, sino también “el que está dispuesto a morir por lo que cree”.

Ser testigo no es simplemente contar algo bonito de tu vida cristiana. Es:

  • Vivir con coherencia en medio del caos.

  • Permanecer firme cuando todos abandonan.

  • Amar cuando es más fácil odiar.

  • Perdonar cuando el alma quiere venganza.

  • Y si es necesario… morir por Cristo.

No todos moriremos físicamente por Jesús, pero todos estamos llamados a morir a nosotros mismos. A nuestra comodidad, nuestros caprichos, nuestro yo egoísta. Porque el testimonio verdadero cuesta.


📖 ¿Qué significa “testigo” en la Biblia?

La palabra original en griego es “μάρτυς” (mártys), que no solo significa “el que da testimonio”, sino también “el que está dispuesto a morir por lo que cree”.

Ser testigo no es simplemente contar algo bonito de tu vida cristiana. Es:

  • Vivir con coherencia en medio del caos.

  • Permanecer firme cuando todos abandonan.

  • Amar cuando es más fácil odiar.

  • Perdonar cuando el alma quiere venganza.

  • Y si es necesario… morir por Cristo.

No todos moriremos físicamente por Jesús, pero todos estamos llamados a morir a nosotros mismos. A nuestra comodidad, nuestros caprichos, nuestro yo egoísta. Porque el testimonio verdadero cuesta.



🔥 Ser testigo hoy es morir de pie

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame” (Lucas 9:23)

Tomar la cruz hoy significa:

  • Ser honesto cuando todos mienten.

  • Ser puro cuando todo está contaminado.

  • Hablar de Jesús aunque te tilden de fanático.

  • Renunciar a negocios oscuros aunque te prometan riqueza.

  • Amar el Reino más que tu propia comodidad.


💡 ¿Cómo vivir como un testigo real?

Aquí te dejo 7 señales de un testigo verdadero:

  1. Tiene un encuentro real con Cristo
    No vive de la fe ajena. Su fuego viene de un altar encendido.

  2. Se compromete radicalmente con el Reino
    No pone excusas. Se entrega. Se rinde. Se alinea.

  3. Soporta la crítica con gracia
    No pelea por ego, pero no negocia la verdad.

  4. Lleva su cruz con honra
    Sabe que el sufrimiento con propósito es parte del llamado.

  5. Anuncia a Jesús con autoridad
    No solo habla, demuestra el poder del Evangelio con su vida.

  6. No retrocede en las pruebas
    En medio del fuego, se vuelve más puro.

  7. Ama más a Jesús que a sí mismo
    Ha entendido que vivir es Cristo y morir es ganancia.


📣 Este mundo no necesita más influencers religiosos

¡No más máscaras!
El mundo necesita testigos auténticos, de esos que cuando pisan una sala, el ambiente cambia. Que en medio de una cultura que promueve el "todo vale", se atreven a decir:
“Yo soy de Cristo. Y no me avergüenzo del Evangelio.”


🕯️ Conclusión: La victoria es para los que se entregan por completo

No es tiempo de tibieza. No es momento de grises.
Dios está buscando mártires del alma, testigos que amen tanto como Él, que se paren firmes aunque tiemble la tierra.

Tú y yo, fuimos llamados para este tiempo.
No fuimos rescatados para vivir cómodos, sino para revolucionar esta generación con la verdad.


🙌 Ora conmigo:

Señor Jesús,
Hoy renuevo mi compromiso.
Quiero ser tu testigo, no de palabras, sino de fuego.
Ayúdame a darlo todo, sin temor, sin reservas.
Que mi vida sea una carta abierta que te glorifique.
Aquí estoy, úsame como te plazca.
En tu nombre, Amén.

sábado, 20 de febrero de 2010

La Manera De Vivir En El Reino



A. CAMBIO DE AUTORIDAD

Hemos sido librados del dominio de Satanás (de su autoridad o control). Ahora estamos bajo una autoridad completamente nueva: la de Jesús.

A medida que un creyente comienza a crecer en su nueva vida en el Señor, él descubre muy pronto que la única manera de disfrutar la vida en el Reino de Dios es mediante unas buenas RELACIONES CON JESÚS (Ef 1:17, Fil 3:10). En el mismo comienzo de nuestra nueva vida con Dios, estas relaciones toman dos formas distintas:

1. La De Salvador

Esta es la primera relación que comenzamos a tener con Jesús. No podemos conocer a Dios como Padre y Amigo hasta que primero hayamos tenido una revelación de Jesús como Salvador: Aquél que murió por nosotros y nos rescató del reino de Satanás. Jesús nos salvó:

a. del juicio de Dios (1 Ts 1:10; 5:9; Ro 5:9).

b. del poder de Satanás (Hch 26:18; Col 1:13; He 2:14, 1 Jn 3:8).

c. de nuestros propios egos (Fil 3:19; 2 Co 5:15; Tit 3:3-6; 1 P 1:18).

“Y aunque era Hijo...vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (He 5:8, 9). Lea también Hebreos 2:10 y 2 Timoteo 1:10.

2. La De Señor

Cuando conocemos a Jesús como Salvador, entramos al Reino de Dios, pero ahí no es donde nuestras relaciones con Él terminan.

Una vez dentro de Su Reino, esas relaciones comienzan a tomar cambios dramáticos. Ahora le conocemos no sólo como Salvador, más también como Señor: ¡NUESTRO Señor! El es REY en Su Reino (Col 2:6).

“Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1 Co 12:3). Lea también Juan 13:13; Romanos 1:4; 1 Corintios 8:6 y 1 Corintios 4:5.

Cuando entramos al Reino de Luz, podemos disfrutar de las cosas para las cuales fuimos creados: para unas relaciones amorosas y recíprocas con el Señor. Debido a esto, cuando Jesús vino a ser Señor de nuestras vidas, descubrimos que Su control en nuestras vidas nos saca del caos del pecado y nos lleva al plano del orden y la paz divina. Lea Colosenses 2:9, 10; 1 Corintios 8:6.

B. EL CIUDADANO MODELO

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús...” (Fil 2:5).

Jesús, aunque era Rey del Reino, se hizo siervo. Este es el ejemplo de lo que debe ser el verdadero ciudadano de Su Reino.

“Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Jn 13:13-15). Lea también Juan 13:2-17; Mateo 20:26-28 y Lucas 22:27.

C. VASALLOS (SUBDITOS) DEL REY

Como miembros del Reino de Cristo, entramos en unas relaciones con él equivalentes a las de Maestro y siervos (Mt 6:24).

Jesús vino a cumplir la voluntad de Su Padre (He 10:5-9). En Su vida, día por día, Él exhibió cuál es el estilo de vida del Reino: el vivir para agradar a Dios (Ef 5:8-10). Es vital que tengamos ese mismo corazón de sirviente que Él tuvo.

A muchos cristianos no les agrada el concepto de ser siervos, porque al parecer, les hace inferiores a los demás. No obstante, en la Biblia encontramos cuatro paradojas interesantes:

1. En La Esclavitud, Hay Libertad

“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Ro 6:22). Lea también los versículos 16-23; 12:1; 1 Co 7:22; 2 Co 3:17; Ef.6:6,7; y 1 P 2:16.

2. Hay Grandeza En El Hecho De Ser Un Sirviente

“El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mt 23:11,12). Lea también 20:26, 27; Marcos 9:35, 10:43 y Juan 12:26.

3. En La Humildad, Hay Exaltación

“Así que, cualquiera que, se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mt 18:4). Lea también Lucas 18:14; Proverbios 29:23; Santiago 4:10; 1 Pedro 5:5,6; y Mateo 19:30.

4. En La Sumisión, Hay Autoridad

El Centurión Romano (un líder militar sobre más de 100 soldados) que vino a Jesús, entendió este principio.

“...ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace” (Lc 7:7,8). Debido a que el Centurión estaba bajo autoridad, él podía ejercer autoridad y, prontamente, se sometió a la autoridad de Jesús. Lea también los versículos 1-10; Santiago 4:7.

El estilo de vida del Reino de Dios es una actitud de SUMISIÓN y OBEDIENCIA A DIOS (lea Mateo 12:50; Efesios 6:6; Hebreos 13:21; 1 Juan 2:17; 1 Tesalonicenses 4:1). Nosotros nos sometemos a la voluntad de Dios, NO con renuencia, por temor u obligación, sino más bien:

a. Por todo lo que Dios ha hecho por nosotros (Ro 12:1; Ef 4:1; Tit 3:4-7).

b. Porque al hacer tal cosa, encontramos satisfacción (Sal.40:8).

c. Por amor (Jn 14:15; 1 Jn 5:3).

D. LOS FRUTOS DEL REINO

“Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos que ANDUVIESES COMO ES DIGNO DE DIOS, que os llamó a su reino y gloria” (1 Ts 2:11, 12). Lea también 2 Tesalonicenses 1:5.

En Mateo 21:43, Jesús dijo que el Reino pertenecía a los que “produjeran sus frutos”. El fruto del Reino es explicado en un gran número de pasajes bíblicos:

· Amor, gozo y paz (Ga 5:22, 23)

· Bondad, justicia y verdad (Ef 5:9; Stg 3:13-17).

· Justicia, paz y gozo (Ro 14:17; He 12:11).

Puesto que fuimos creados por Dios, también fuimos hechos para Su Reino y Su estilo de vida.

El fruto del Reino es simplemente el resultado natural del milagro del nuevo nacimiento que el Espíritu Santo ha ejecutado en nosotros (lea Gálatas 5:22).

Nuestra responsabilidad como ciudadanos del Reino de Dios es vivir como el pueblo que somos actualmente (1 P 2:11).

“Nosotros oramos también para que nuestras vidas externas, que es vista de los hombres, pueda traer crédito al nombre de vuestro Maestro, y para que pueda causar gozo en su corazón” (Col 1:10 Phillips). Lea también 2:6; Efesios 4:1; 6:8-10.

MI DECISIÓN

Entiendo, después del estudio acerca de la vida en el Reino, que debo someter mi vida al servicio de los demás exactamente como lo hizo Jesús. Tomo la decisión de ser un sirviente, dispuesto y feliz, de Cristo y de los demás.

E agora, senhora, rogo-te, não como escrevendo-te um novo mandamento, mas aquele mesmo que desde o princípio tivemos: que nos amemos uns aos outros.
E a caridade é esta: que andemos segundo os seus mandamentos. Este é o mandamento, como já desde o princípio ouvistes: que andeis nele.

2 João 1:5-6


Siempre su amor esta a tu alcanze

Siempre su amor esta a tu alcanze