jueves, 2 de diciembre de 2010

Seguir a Jesús


Has pasado a mi lado y me has dicho: “Sígueme: te haré pescador de hombres” ( Mt 4,19). Y respondiendo a tu llamado, quiero dejar mis redes y seguirte (Mt 4,20).
Sé que para seguirte tengo que renunciar a mí mismo y cargar con mi cruz ( Mt 16,24). Quiero aprender a cargar con mi cruz para poder ir detrás de ti y ser tu discípulo (Lc 14,27). Es necesario que tome una actitud profundamente humilde de servicio como la tuya, lavando los pies a mis hermanos  (Jn 13,14).
Sí, quiero seguirte, adondequiera que vayas (Ap 14,4). Quiero estar siempre contigo, Jesús (Mc 3,14). Quiero tener siempre puesta mi mirada en ti, como pionero y consumador de nuestra fe (Heb 12,2). Quiero seguir tus huellas (1 Pe 2,21), y reconocer siempre tu voz (Jn 10,27).
Quiero dejarlo todo para seguirte (Lc 14,33). ¡Tú eres mi Señor y mi Dios! (Jn 20,28). ¡Soy todo tuyo, Cristo Jesús! (1 Cor 3,23). No permitas que mire más hacia atrás, pues ya he puesto mi mano en tu arado (Lc 9,62).
Quiero pertenecerte, tanto en la vida como en la muerte (Rom 14,8). Quiero ser tuyo (1 Cor 3,23), descendiente de Abrahán, de modo que se puedan cumplir en mí todas las promesas de Dios (Gál 3,29).
Quiero comprometerme contigo, con tu obra y con tu Reino (2 Cor 11,2). Tener tu pensamiento (1Cor 2,16), y tus mismos sentimientos (Flp 2,5). Revestirme de ti (Gál 3,27); vivir en ti (2Tim 2,11) y para ti (2Cor 5,15); que tú seas mi vida (Flp 1,21); que te pueda ver en todo y en todos (Col 3,11).
Busco ser semejante a ti (1 Jn 3,2); permanecer en ti, de modo que llegue a comportarme como tú te portaste en esta vida (1 Jn 2,6); ser injertado en ti para poder participar de tu muerte y de tu resurrección (Rom 6,5).
La fe en ti es el único camino para poder llegar a hacer las mismas cosas que tú haces (Jn 14,12).
Sólo siendo tuyo podré predicar tu Buena Noticia (Mc 3,14). Sólo así tendré palabras para anunciar valientemente el misterio de tu Evangelio (Ef 6,19).
Para ello es necesario que me enseñes a sufrir contigo (Rom 8,17). Hasta encadenado debo ser embajador de este Evangelio: que Dios me dé fortaleza para comportarme siempre como debo (Ef 6,20).
Quisiera poder ser en tus manos un instrumento valioso para dar a conocer debidamente tu nombre, aunque ello me pueda costar innumerables sufrimientos (Hch 9,15s). 
Que no me predique más a mí mismo, sino que sólo me preocupe de anunciarte a ti como Señor (2 Cor 4,5) de todo y de todos.
Sé que el Padre Dios me llamó por su mucho amor y le gustó revelar en mí a su Hijo para que lo anunciara entre los pueblos (Gál 1,15s). Señor Jesús, hazme fiel a esta gracia que se me ha concedido de anunciar al pueblo tus incalculables riquezas (Ef 3,8).
Quisiera ser tu testigo ante todos los hombres (Hch 22,15); junto con todos los apóstoles quiero ser testigo de tu resurrección (Hch 1,22). Que la fuerza de tu resurrección esté siempre patente en mí, Señor (Flp 3,10).
Que tu Padre sea plenamente mi Dios y yo llegue a ser para él plenamente un hijo (Ap 21,7). Padre nuestro, siguiendo tus planes, haznos llegar a ser como tu Hijo, semejantes a él, de modo que él llegue a ser primogénito en medio de numerosos hermanos, hijos todos tuyos (Rom 8,29). Tú, que dispones de todas las cosas como quieres (Ef 1,12), haz que nos vayamos transformando en imagen tuya, cada vez más resplandeciente (2 Cor 3,18).
“La meta es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios. Así llegaremos a la plenitud de Cristo” (Ef 4,13).
Todo esto lo pido al Padre en tu nombre, para que el él sea glorificado en su Hijo (Jn 14,13).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

YO CREO EN EL HIJO DE DIOS.: Nunca te rindas

YO CREO EN EL HIJO DE DIOS.: Nunca te rindas: "Sir Winston Churchill cuando era un muchacho y asistía a la escuela, repitió tres veces el octavo curso, porque le costaba aprender. Es al..."

lunes, 27 de septiembre de 2010

AMAR SIN DISCRIMINAR


Hermanos míos, ya que tienen fe en nuestro gloriosos Señor Jesucristo, no se consideren mejores que los demás. Supongan que dos hombres entran en su reunión: uno con anillo de oro y muy bien vestido, el otro muy pobre y mal vestido. Y supongan que ustedes dan especial atención al hombre que esta bien vestido y le dicen: Tome asiento, aquí hay un lugar y le dicen al hombre pobre: Ustedes quédese parado allí o siéntese en el suelo. Si actúan así, están juzgando mal. ¿Acaso hacer eso es no es discriminar? Escuchen, mis estimados hermanos: Dios escogió a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe, ellos recibirán de herencia el reino que Dios prometió a los que le aman. Pero ustedes no han mostrado respecto por el pobre. ¡Eso es absurdo! ¿Acaso no son los ricos los que le explotan a ustedes? ¿No son ellos quienes han hablado mal del buen nombre de Cristo, el Señor de ustedes? Lo que ustedes deberían hacer es cumplir, tal como está en las escrituras. Ama a los demás como te amas a ti mismo. Pero si ustedes están pecando al discriminar a los demás, son culpables de violar esa ley. Pues si ustedes cumplen toda la ley de Dios pero la desobedecen en un solo punto, son culpables de desobedecer toda la ley. Puesto que Dios dijo: No cometas adulterio, y también dijo: No mates si no cometen adulterio pero matan a alguien, ustedes son culpables de violar la ley. La ley de la libertad será la que juzgue a ustedes, tengan eso en cuenta en todo lo que digan y hagan. Dios juzgara sin compasión a los que no han tenido compasión de los demás. ¡La compasión triunfa sobre el juicio!

Santiago Apóstol de Jesucristo

martes, 14 de septiembre de 2010

Todo lo que hagáis, hacedlo como para el Señor...


 
Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. 2 Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? 3 Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará. 4 Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio... Nehemías 4:1-4

Cuando trabajamos en la obra de Dios estamos expuestos al menosprecio de las personas, a Jesús mismo le pasó, leemos en las escrituras que decían de él: ¿Acaso no es este el carpintero hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? Dámos gloria a nuestro Dios que él usa a cualquier persona que tenga un corazón dispuesto a escucharlo y obedecer y no busca personas con un perfil académico en específico. Entre sus discípulos encontramos, un médico, pescadores, etc, es decir habían personas con poco y mucho conocimiento.

Él nos ha dado una identidad de hijos suyos, hijos victoriosos en el nombre de aquel que nos reconcilió con el Padre y nos sacó de las tinieblas a su luz, somos valiosos para él y aún nuestros cabellos tiene contados.


Nuestro servicio es para la honra y la gloria de Dios, él nos ha escogido, él nos sustenta, hacemos su obra, por tanto, él nos prosperará. Aún cuando a los ojos de algunas personas nuestro trabajo sea escaso, el mérito es de nuestro Dios, él hará fructificar el trabajo y lo bendecirá.

Cuando servimos, no es raro encontrarse con personas que menosprecian el trabajo de los demás, pero curiosamente, son las personas que menos se involucran de una manera activa en las tareas de la iglesia. Por eso herman@, cuando Dios te dé una visión para tu iglesia, emprendela y no mires hacia quienes quieren hacerte ver tus debilidades, enfócate en ese Dios que dividió el mar en dos, y MARCHA!!

Jesús enseña sobre las peleas


Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero ahora yo les digo: no te pongas en contra de una persona mala. Mejor, si alguien te da una bofetada en la mejilla, deja que te pegue también en la otra. Si alguien trata de ponerte una demanda para quedarte con tu camisa, entrégale también tu capa. Si alguien te obliga a caminar un kilometro con él, camina dos. Al que te pida algo, dáselo, y al que te pida algo prestado, préstaselo.

UN LUGAR PARA USTEDES | shekijuano on Xanga

UN LUGAR PARA USTEDES | shekijuano on Xanga

lunes, 13 de septiembre de 2010

EL JUICIO


Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te diera desde arriba.
     ¿Por qué me juzgas haciéndome estas preguntas? Debes preguntar a los que me han escuchado. Ellos saben muy bien las cosas que he dicho.
     Yo no he susurrado mi mensaje en secreto. He hablado abiertamente al mundo. He enseñado en los lugares de adoración y públicamente en el templo, en donde se reunían mis seguidores.
     Si lo que he dicho esta mal, presenta evidencias de ello. Pero si he hablado la verdad, entonces, ¿por qué me pegas?
     Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis seguidores hubieran tomado armas para defenderlo, pero yo no fuera entregado en sus manos. Pero mi reino no es de esta tierra.
      Aun así, dices la verdad cuando me acusas a ser un rey. Para esto naci, y por este propósito vine al mundo, para ser un testigo de la verdad.
     Todas los que aman la verdad, reconocen mi mensaje.
                                                                        Jesús de Nazaret

E agora, senhora, rogo-te, não como escrevendo-te um novo mandamento, mas aquele mesmo que desde o princípio tivemos: que nos amemos uns aos outros.
E a caridade é esta: que andemos segundo os seus mandamentos. Este é o mandamento, como já desde o princípio ouvistes: que andeis nele.

2 João 1:5-6


Siempre su amor esta a tu alcanze

Siempre su amor esta a tu alcanze