Y se asombraban de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Marcos 1:22
Jesús enseñaba con autoridad. En su presencia, el mal era repelido.
En un sentido terrenal, Jesús podía enseñar con autoridad porque conocía las Escrituras, sabia de que estaba hablando. Pero no era meramente su conocimiento de la Palabra lo que hizo a Jesús el maestro; también los fariseos sabían cada punto de la ley. Porque Jesús mismo era el Hijo de Dios, cada una de sus palabras era absolutamente autoritativa.
Los espíritus malignos se sentían tan incómodos en su presencia, no solo porque enseñaba con autoridad, sino porque él era la misma personificación de su mensaje. Era la antítesis del mal, y no podían aguantar donde él estaba.
Todo esto brinda muchas lecciones poderosa al líder. El líder siempre es maestro. Para ser un líder eficaz duradero, debe usted enseñar con autoridad. Debe estar preparado. Debe saber de que está hablando. Recuerde, Jesús se preparo durante más de treinta años. No trate de seguir adelante preparado a medias; nunca trate de pretender que sabe algo cuando no lo sabe.
Este preparado.
Aun con la importancia que tiene saber de que está hablando, es quizá aun más importante ser aquello de lo cual está hablando. Jesús podía sacar los espíritus malignos no por lo que sabía, no por quién era. Las palabras del líder, aun con lo vitalmente importante que son, se verán limitados y poco impactaran a menos que realmente representen la realidad de su propia vida. El llamado del líder para que haya consagración, integridad, dedicación y sacrificio nunca será honrado a menos que el mismo sea consagrado, honesto, dedicado y esté dispuesto a sacrificarse. El liderazgo – que por naturaleza misma - requiere tanto el precepto como el ejemplo.
El líder que sabe de qué habla y vive lo que habla atraerá a seguidores dispuestos; los que no están dispuestos a ser guiados se sentirán incómodos que con gusto se harán a un lado.
Jesús enseño con autoridad y vivió lo que enseñaba.
Esto es liderazgo.
El líder necesita seguir el ejemplo de Jesús: Tenga una visión clara, exprésela resumida y poderosamente, y siga enseñándola siempre.
